En Baron, Herskowitz y Cohen, entendemos que organizar una fiesta de casa abierta puede ser un evento divertido y emocionante. Ya sea una celebración de graduación, una fiesta de cumpleaños o simplemente una reunión espontánea, estos eventos sociales pueden crear recuerdos maravillosos. Sin embargo, en Florida, las fiestas de casa abierta vienen con sus propias responsabilidades legales y posibles responsabilidades que todo anfitrión debe conocer.
¿Qué es una Fiesta de Casa Abierta?
Una “Fiesta de Casa Abierta” está específicamente definida por la ley de Florida como “una reunión social en una casa, apartamento, condominio u otra unidad de vivienda”.
En términos sencillos, una persona que tiene control sobre la residencia (ya sea propietario o inquilino) no puede permitir que se lleve a cabo una fiesta de casa abierta en la residencia si se poseen o consumen alcohol o drogas en la residencia por cualquier menor con el conocimiento de la persona, y la persona no toma medidas razonables para prevenir la posesión o el consumo de alcohol o drogas por parte del menor.
La Ley de Fiesta de Casa Abierta de Florida (Sección 856.015 de los Estatutos de Florida) responsabiliza a los anfitriones por actividades ilegales que ocurren en su propiedad durante estos eventos. Para asegurar una condena, la fiscalía debe probar los siguientes cinco elementos fácticos más allá de toda duda razonable:
- Control Sobre la Residencia: El acusado debe haber tenido control sobre la residencia donde se llevó a cabo la fiesta.
- Presencia de Menores: Debe haber habido menores (individuos menores de 21 años) presentes en la fiesta.
- Consumo de Alcohol o Drogas: Los menores consumieron alcohol o drogas durante la fiesta.
- Conocimiento del Consumo: El acusado sabía, o debería haber sabido, que los menores estaban consumiendo alcohol o drogas.
- Falta de Acción: El acusado no tomó medidas razonables para prevenir el consumo de alcohol o drogas por parte de los menores.
Las violaciones de la Ley de Fiesta de Casa Abierta pueden ser acusadas como un delito menor de segundo o primer grado. Una primera ofensa sin lesiones resultantes se clasifica como un delito menor de segundo grado, castigable con hasta 60 días de cárcel, seis meses de libertad condicional y/o una multa de $500. Una segunda ofensa o cualquier ofensa que involucre lesiones, incluso si es la primera, se trata como un delito menor de primer grado, con penas que incluyen hasta un año de cárcel o libertad condicional y/o una multa de $1,000.
Responsabilidad Civil
Potencial Más allá de los cargos penales, los anfitriones también pueden enfrentar responsabilidad civil si un invitado resulta herido o causa lesiones a otros después de consumir alcohol o drogas en la fiesta. Por ejemplo, si un menor deja una fiesta intoxicado y causa un accidente automovilístico, el anfitrión podría ser considerado responsable por los daños.
Sugerencias para Protegerse
Al organizar un evento, garantizar la seguridad y el bienestar de todos los asistentes es primordial. Adoptar ciertas medidas puede reducir significativamente el riesgo de que surjan problemas, especialmente los relacionados con el consumo de alcohol y drogas por menores. Recuerde, la ignorancia deliberada no es una defensa.
- Limite la Asistencia: Invite solo a personas conocidas y de confianza a su evento. Evite invitaciones abiertas que podrían atraer a invitados no deseados.
- Monitoree la Entrada: Mantenga un registro de quién entra y sale de la fiesta. Considere usar una lista de invitados y tener a alguien monitoreando la entrada.
- Bloquee Áreas con Alcohol: Asegure las áreas donde se almacena el alcohol para evitar el acceso de menores. Considere usar cerraduras o mantener estas áreas fuera de límites.
- Supervise el Evento: Supervise activamente la fiesta, asegurándose de que los menores no consuman alcohol o drogas. Reclute la ayuda de otros adultos responsables si es necesario.
- Reglas Claras: Comunique reglas claras sobre el consumo de alcohol y drogas al inicio del evento. Haga saber que el consumo de alcohol y drogas por menores no será tolerado.
- Ofrezca Alternativas: Ofrezca una variedad de bebidas no alcohólicas y actividades atractivas para desalentar el consumo de alcohol por menores.
- Contrate Seguridad: Para reuniones más grandes, considere contratar seguridad profesional para ayudar a monitorear el evento y manejar cualquier problema que surja.
- Manténgase Sobrio: Como anfitrión, manténgase sobrio para poder tomar decisiones sensatas y manejar cualquier problema de manera efectiva.
- Termine la Fiesta a una Hora Razonable: Establezca una hora de finalización clara para la fiesta para evitar que continúe hasta altas horas de la noche cuando la supervisión puede disminuir.
- Verifique la Impairment: Asegúrese de que los invitados que salen de la fiesta no estén incapacitados. Organice transporte alternativo para aquellos que han estado bebiendo.
Obtener Ayuda si Su Hijo Estaba en la Fiesta
Si su hijo asistió a una fiesta de casa abierta y sufrió una lesión, es crucial buscar ayuda legal. Puede ser posible presentar una reclamación contra el anfitrión por negligencia. Los abogados de lesiones personales pueden ayudar a evaluar la situación, determinar la responsabilidad y guiarlo a través del proceso de buscar compensación por gastos médicos, dolor y sufrimiento y otros daños. Si necesita asesoramiento o asistencia legal, contacte a Baron, Herskowitz y Cohen para obtener orientación y representación experta.